¿Se pueden afilar las plaquitas de metal duro?

Las plaquitas de metal duro pueden afilarse. Las muelas de diamante se utilizan habitualmente para rectificar plaquitas de metal duro debido a su gran dureza, fragilidad, escasa conductividad térmica y elevado índice de dilatación térmica.

Las plaquitas de metal duro son componentes esenciales en el mecanizado debido a sus propiedades de dureza y resistencia al desgaste. Sin embargo, como cualquier herramienta, pueden desafilarse con el tiempo. Entonces surge la pregunta: ¿pueden afilarse estas plaquitas de metal duro para prolongar su vida útil? La respuesta es sí, pero requiere técnicas precisas y conocer los factores que afectan a su durabilidad.

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Factores que influyen en la durabilidad de las herramientas de metal duro

La longevidad de las herramientas de metal duro depende de varios factores, como la resistencia al desgaste y la susceptibilidad a desgastes anormales como astillado, rotura y fracturas. Los defectos superficiales, que pueden producirse durante el proceso de fabricación o rectificado, desempeñan un papel importante en estos problemas. Entre los defectos más comunes se encuentran la delaminación, las grietas y el prensado incompleto. La detección de estos defectos puede resultar difícil con métodos convencionales como inspecciones visuales o microscopios, y los defectos no detectados pueden tener graves consecuencias, especialmente en condiciones de corte a alta velocidad.

Optimización de los métodos de rectificado para prolongar la vida útil de las herramientas

1. Método de esmerilado con rastrillo negativo

Para mitigar el riesgo de defectos superficiales, el método de rectificado de rastrillo negativo resulta eficaz. Esta técnica consiste en rectificar la superficie de la herramienta con un ángulo de desprendimiento negativo antes del proceso de rectificado final. Este método aumenta la resistencia estructural de la herramienta, mejorando su resistencia a las vibraciones y a las cargas de impacto durante el rectificado. Además, ayuda a distribuir el calor de forma más uniforme, reduciendo el riesgo de grietas térmicas.

2. Uso de muelas con bisulfuro de molibdeno

Otro método innovador consiste en utilizar muelas con disulfuro de molibdeno. Al sumergir una muela estándar en una solución de disulfuro de molibdeno y etanol, los poros de la muela se llenan de esta sustancia lubricante. Esta configuración no sólo mejora la eficacia del rectificado al mantener afilados los granos de rectificado, sino que también facilita una mejor evacuación de las virutas y minimiza la deformación de la pieza. El resultado es un proceso de rectificado más suave que arrastra eficazmente el calor, preservando así la integridad de la plaquita de metal duro.

3. Selección de los parámetros de rectificado adecuados

Elegir los parámetros de rectificado adecuados es crucial para evitar un calor excesivo y posibles daños en la herramienta. Los parámetros óptimos suelen incluir una velocidad circunferencial de 10-15 m/min y velocidades de avance que garanticen un arranque de material suave pero eficaz. El rectificado manual debe supervisarse de cerca para mantener estos parámetros, reduciendo el riesgo de aplicar una fuerza excesiva que podría provocar daños.

4. Garantizar la rigidez del sistema

La rigidez del portaherramientas y la estabilidad de la sujeción de la herramienta también son fundamentales para evitar grietas en el rectificado. Un sistema de procesamiento estable que incluya una máquina-herramienta rígida, una muela abrasiva precisa y una fijación segura garantiza que se minimicen las desviaciones axiales y radiales, mejorando así la calidad general del rectificado.

Conclusión

El afilado de plaquitas de metal duro no sólo es factible, sino también un enfoque práctico para prolongar la vida útil de estas valiosas herramientas. Conociendo y aplicando métodos de afilado avanzados y manteniendo unas condiciones de afilado óptimas, el rendimiento y la durabilidad de las herramientas de carburo puede mejorarse significativamente. Esto no sólo mejora la eficacia de las operaciones de mecanizado, sino que también contribuye a ahorrar costes al reducir la necesidad de sustituir las herramientas con frecuencia.